En España se encuentra la legislación relativa a la construcción de piscinas de uso privado más tolerante de Europa con unos trámites oficiales sencillos y rápidos.
Si la piscina conlleva obras se debe presentar un proyecto técnico de la piscina al Ayuntamiento correspondiente y conseguir la licencia municipal de obras. Los requerimientos básicos varían un poco dependiendo de cada población pero básicamente todos contemplan que el terreno sea legalmente edificable y que las distancias desde la piscina al vial y al linde vecinal sean las pertinentes. Así mismo las conexiones de los desagües con la red municipal de aguas residuales deben estar normalizadas y la instalación eléctrica cumplir el Reglamento de Baja Tensión.