Aditivos: elementos que se suelen añadir a las aplicaciones hidroterápicas, por sus propiedades terapéuticas. Se absorben por la piel o al respirar. Absorbidos a través del nervio olfativo influyen sobre el estado anímico. Los forman los extractos de plantas, esencias, aceites o sales.
Según los aditivos que se añadan y la temperatura del agua llevan a estimulaciones o relajaciones, conduciendo al bienestar físico y psíquico, aliviando tensiones y stress.
La absorción de los aditivos por la piel hace que penetren en la sangre produciendo el mismo efecto que tomas relajantes o medicamentos…
Lavados: limpieza de la piel mediante un paño húmedo o esponja, con una temperatura del agua fría o caliente. No se debe secar la piel al acabar, sino que se cubre con mantas para guardar el calor. Se suelen realizar por las mañanas, siendo totales o parciales.
Compresas: parecido a las envolturas aunque sin cubrir toda la zona a tratar. Su efecto se basa en la temperatura de aplicación, añadiéndose hierbas para aumentar su efecto terapéutico. Se clasifican en:
- frías: para todo tipo de inflamaciones: contusiones, luxaciones…,
- calientes: procesos inflamatorios agudos o crónicos,
- estimulante de Priessnitz: compresa fría húmeda basada en una primera fase vasoconstrictora seguida de una segunda fase vasodilatadora con calentamiento de la compresa. Ésta se quita al secarse.
Abluciones: técnica basada en derramar agua sobre el cuerpo, con una temperatura fría o caliente. Al terminar no se seca la piel, sino que se cubre para producir un calentamiento reactivo. Son buenas para problemas dermatológicos.