Es imposible encontrar un agua totalmente limpia, ya que siempre contiene alguna impureza. Por ejemplo, las aguas minerales se obtienen por la erosión de rocas naturales al pasar el agua a través de ellas. Los minerales se disuelven, otorgando color, sabor y olor al agua. Muchas de las “impurezas” son inofensivas y solo varían sus características.
Pero existen contaminantes que provienen de acciones indebidas del hombre como los procedentes de fábricas y terrenos agrícolas en los que se utilice fertilizantes contaminantes que son muy perjudiciales para el organismo. Estos productos van a los ríos o se filtran en la tierra llegando a las aguas subterráneas, convirtiendo el agua en no potable. Se debe tener cuidado al beber agua procedente de fuentes y manantiales. Hay que asegurarse de que el agua es apta para el consumo humano, ya que puede causar enfermedades.

Existen más de 80 contaminantes en el agua. Se pueden establecer varias clasificaciones. A continuación se exponen dos: dependiendo de su origen y dependiendo del efecto más o menos inmediato que produzca en nuestro organismo.

Según su origen:

  • Quimicos orgánicos: Acrilamida, Atrazina, benceno, benzo-pireno….
  • Químicos inorgánicos: Antimonio, arsenico, bario, berilio, cromo, cobre…
  • Radionucleidos: Radio 226 y 228
  • Microorganismos: Legionella, iardia lamblia…

Según su tiempo de aparición:

  • Agudos: el efecto aparece nada más beber el agua, siendo lo más común que se deba por la contaminación a través de niveles altos de bacterias o virus. Este tipo de malestar no suele tener efectos permanentes en el cuerpo humano.
  • Crónicos: aparecen al tiempo de beber el agua, pudiendo tardar años antes de notar los primeros síntomas de contaminación en el organismo. Estos casos se dan cuando se bebe agua habitualmente con niveles bajos de concentración de un contaminante. Con el tiempo, afecta al organismo, llegando a producir enfermedades crónicas, como problemas de riñón o hígado.

En resumen, se debe saber que el agua potable es el bien más preciado que tenemos. Sin ella la vida en la Tierra sería imposible. En las zonas desarrolladas los causantes de la contaminación del agua somos nosotros, afectando de manera importante al ecosistema. Este miedo de que el agua del grifo no sea lo suficientemente buena ha creado un consumo de agua mineral embotellada, con el aumento de producción de productos plásticos, los cuales a su vez se deben reciclar.

A su vez, existen zonas del mundo donde no existe el agua potable. La gente debe recorrer grandes distancias para encontrar agua “bebible”, con el riesgo de que el agua que necesitan para vivir les esté matando al mismo tiempo. Desde www.todopiscinas.es recomendamos un consumo del agua inteligente, no malgastando este bien tan escaso en muchas zonas.