Beneficios de la hidroterapia:

La hidroterapia revitaliza el organismo, estimulando el sistema inmunitario al mejorar las defensas frente a infeccione. Así mismo se ha comprobado que resulta de ayuda en muchas enfermedades como:

  • Dolor (artrosis, artritis, lumbalgias, cefaleas).
  • Problemas circulatorios (pies fríos, varices, hemorroides etc…).
  • Problemas de piel (psoriasis, dermatitis atópica).

Contraindicaciones de la hidroterapia:

  • Patología cardiaca, vascular periférica y respiratorios severos que el médico indique que no deben aplicarse tratamientos hidroterápicos hasta su estabilización.
  • Enfermedades infectocontagiosas.
  • Enfermedades agudas con fiebre, patologías víricas comunes.
  • Algunas enfermedades de la piel o de las mucosas en el caso de aguas sulfatadas.
  • Enfermedades micóticas.
  • Estados de debilidad extrema.
  • Enfermos terminales.
  • Se debe tener cuidado con personas obesas, embarazadas, hipotensas o que tengan algún impedimento para los tratamientos hidroterápicos.
  • Enfermedades neurológicas o secuelas de éstas que imposibiliten la permanencia en la piscina.

Normas básicas:

  • Si el cuerpo está frío se debe calentar primero antes de usar aplicaciones frías. Después de la aplicación fría se tiene que entrar en calor.
  • Las aplicaciones calientes se finalizan siempre con una aplicación fría de corta duración para provocar la vasodilatación reactiva, reforzando el efecto en la circulación creado por el agua caliente.
  • El cuerpo se tiene que quedar con una sensación agradable tras una aplicación hidroterápica, nunca con sensaciones desagradables como palpitaciones, mareos o sensación duradera de frío. Esto significaría una mala respuesta vascular, debiendo interrumpir la aplicación.
  • Nunca se realizarán antes o después de las comidas ni utilizando productos que contengan sustancias tóxicas o vasoactivas (tabaco, alcohol, café).